Medellín Mayo 12 de 2020
MI VIAJE DE
CUARENTENA
A diferencia de mis anteriores relatos, hoy he querido
detenerme a ver la similitud de un viaje físico con un viaje interior. En este
último no quedan fotos, pero quedan grandes enseñanzas que hacen del mismo una
experiencia extraordinaria
Quien iba a pensar que unas semana antes de iniciar este
confinamiento, primero voluntario y luego obligatorio, la vida nos fuera a
cambiar tanto y de un tajo.
Estaba en planes un programa al cual trato de ir siempre que
se presenta; Finca Las Delicias en Caucasia, en compañía de Juancho Maya, Gabriel
Maya y Felipe Arango, en el que por más de 40 años hemos disfrutado hasta la
saciedad; buenos tragos, excelente comida, conversaciones eternas; trascendentes
unas y vacías otras, y la reafirmación de una amistad a toda prueba. Paseo que
disfrutamos con las interminables jornadas de trabajo contemplando extensas sabanas
y aprendiendo de Botánica, genética, logística y carrética.
Pues bien, por recomendación de mi hija médica, renuncié al viaje
y posteriormente lo hicieron los compañeros.
Adicionalmente, vino la cancelación de otro programa que las
veces en que lo hemos hecho, renuevan mi espíritu; el sancocho donde Varo,
donde tendríamos la dicha de volver a compartir historias y momentos de vida y
reencontrarnos con amig@s del corazón.
“Y empieza Cristo a padecer y su Santa Madre a ver”. Que
pasó?
Que por obligación
debemos dejar de salir durante 15 días?,
Que tenemos que mercar cual si nos preparáramos para una
guerra?
Que hubo unos muy previsivos y más vivos que agotaron el
papel higiénico, alcohol y demás artículos de primera necesidad sin importar
que pudiera pasar a sus congéneres?
Que a “Los abuelitos” había que guardarlos para preservar su
salud?
Que por decreto presidencial la vejez iniciaba a los 60
años?
Que las fuentes de sanación más antiguas que existen, los
abrazos y apretones de manos, tenían efectos secundarios y quedaban cuasi prohibidos?
Que las redes se dispararían y potenciarían la producción infotóxica?
Que el virus nos recuerda que somos el demás de los demás y
ataca seres queridos con ferocidad absoluta?
Que aumentaron la cuarentena otros 15 días y 15 más y 15 más?
Que las reuniones de trabajo se harían virtualmente?
Que esas reuniones son como más productivas?
Que la Naturaleza está reaccionando de manera positiva por
efectos de la cuarentena?
Que la Semana Santa será virtual?
Que el Domingo se confunde con el Lunes y con el Viernes?
En fin, ha pasado tanto y de una manera tan rápida!. Confieso,
nunca antes en mi vida, había tenido la oportunidad de regalarme tanto tiempo
para mi y para mi familia.
La primera decisión tomada y publicada, fue no responder a
agravios ni alimentar con comentarios negativos la hiel que desde un principio
corría por las redes, y que habrían de ser compañeras por muchas horas, Eso me
ha permitido mantener mi salud mental.
Ahora, que me ha regalado la cuarentena?
Primero que todo, convivir a gusto 7x24 con la Mujer que
escogí y me ha dado mis dos grandes tesoros, mis hijas. En este tiempo hemos reído,
hemos llorado , hemos comido (mucho), hemos sufrido con el dolor de los
nuestros, hemos rezado y hemos aprendido a disfrutar del presente; olvidado por
el pasado inexistente y por el futuro incierto.
Hablar con las hijas y yernos y saber que asumen con
entereza la situación y se mantienen aliviados.
Hacer largas tertulias con el favor de la tecnología, que me
brindan esperanza y conocimiento; he conocido personas de todas las profesiones
y creencias .
Reencontrarme con mi familia y compartir las penas y las
alegrías; recibiendo de Mi Madre el buen consejo y de mis hermanos el amor que
siempre nos ha unido y teníamos guardado.
Hacer cabalgatas virtuales con mis grandes amigos donde el
caballo es lo de menos y la amistad es superlativa.
Retomar libros nuevos y ya leídos.
Recorrer el árbol genealógico y buscar los solos para
brindarles compañía.
Ver que la Solidaridad que existe es infinita y es mas la
gente buena que la perversa.
Reecontrarme con una persona con la que vivo desde hace
cerca de 62 años y con la cual he
recorrido estos largos días, conmigo.
Espectacular relato Carlos. Cada palabra expresa el sentir de muchos. Un viaje a nuestro interior.
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