Por los caminos de mi tierra

Y SEGUIMOS POR EL VALLE... Una vez terminamos nuestra agradable visita a la Hacienda Pinzacuá, nos devolvimos por la misma vía hacia Cartago, para continuar por excelente autopista que pasa por los Municipios de: Obando, Zarzal, La Paila, Bugalagrande, Andalucía y   Tuluá. Allí, fuimos recibidos por Felipe Zuluaga, quien nos acogió como el mejor de los anfitriones, en la finca de su familia, ubicada cerca a Tuluá, con unas suaves colinas que permiten apreciar, en toda su extensión, la belleza del Valle. Felipe desarrolla en la actualidad un proyecto de loteo de la finca, con excelente urbanismo y aprovechamiento de la topografía. Al siguiente día, conocimos Tuluá, que como casi todos los Municipios del Norte del Valle, tienen connotación de Ciudad, por la calidad de sus viviendas, servicios y oferta comercial, que sirve a los residentes que en su mayoría, son empleados de grandes Empresas asentadas en su jurisdicción. Visitamos allí, "El Parque de La Guadua", un oasis...

Viajando al Valle del Cauca Los relatos de viaje, no necesariamente serán hechos en orden cronológico, sino más bien en la medida en que se vayan consolidando en la mente del relator. A principios de Diciembre de 2017, salimos con destino a Tulúa en el Valle, con parada intermedia en Alcalá. Parimos de Medellín a las 6 de la mañana, por la carretera que conduce al Viejo Caldas, tomando una vía en doble calzada de excelentes especificaciones, que nos lleva hasta el sector de Primavera en el municipio de Caldas; de allí seguimos rumbo al Alto de Minas (Lugar de Nacimiento del Rio Medellín o Rio Aburrá), por una carretera en buenas condiciones pero con un alto riesgo, por la cantidad de curvas y vehículos pesados; pasamos a Versalles, Santa Bárbara, La Pintada, y continuamos bordeando el Río Cauca hasta el sitio conocido como La Felisa, antigua estación del Ferrocarril que hasta hace unos cuarenta años, prestó servicio a los ganaderos de la zona, para sus despachos al Valle. El tram...

Quizás, una de las experiencias más agradables en la vida, es viajar con sentido. De niños, era costumbre familiar, salir a los pueblos de Antioquia en un Volkswagen, escarabajo, en búsqueda de paisajes y nuevas sensaciones. Aprendí de mis padres, a disfrutar de lo simple y a encontrar la belleza en las cosas que no son evidentes sino que hay necesidad de buscarlas. Aprendí además, que un viaje no es más que buscar escenografías que me permiten apreciar el arte que  nos brinda  la Naturaleza y las transformaciones que de ella hace el ser humano. Aprendí, que la más bella paleta de colores, se encuentra en el cielo, en los prados, en los bosques, en los animales y que el hombre los atrapa para sí y los combina a su antojo. Aprendí que las personas más sencillas, por lo general campesinos, son unos relatores inigualables de la historia y economía de las regiones. Aprendí, que los pueblos en su gran mayoría, están a distancias parecidas en tiempo, ya que los mismos se ...